No se ustedes, pero a mi durante la formación académica en las artes, no me enseñaron la gestión de vender, tampoco fue algo que la mayoría de los profesores satanizarán como me ha tocado vivir en estos años de docente, pero la universidad simplemente se enfocaban en enseñar técnicas y cuáles son las vías para expresarse. Al graduarme empiezo a cuestionarme muchas cosas del que hacer como ¿y ahora? ¿Puedo vivir del arte? ¿Cómo logro vender mi obra?
El arte es catalogado como una acción sublime, místico, inspirado por musas, o duendes, como decía un gran profesor que tuve, y el hecho de vender esa pieza es algo “invalorable”. Entonces con estas ideas uno va creciendo y llega el momento de ponerle un precio monetario a la obra y nos quedamos en cero.
Con tantas cosas por pagar, comprar, y en un mundo donde es necesario tener dinero para vivir, a veces se estima el costo de nuestra obra por montos muy por debajo del “deber ser” pero como todo en la vida, es parte de la experiencia de aprender algo. Con el tiempo y los estudios de mercado, ayudaran a crear una ruta para las ventas así como los precios a colocar.
camavaron
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